domingo, 20 de febrero de 2011

¿Cómo influye la Psicología de las masas en el comportamiento de las acciones?

No hay fórmula mágica. El secreto de comerciar con éxito es tan sencillo y tan difícil como controlar la mente y aprender a ser humilde para que el mercado no le falte nunca al respeto, pues quien cree saberlo todo sencillamente es hombre muerto.
Yo divido el mundo bursátil en dos: los "fuertes" y los "débiles". Los "fuertes" son los inversores poderosos, aquellos que manejan tanto dinero que pueden llegar a manipular los mercados como quieran. El resto somos los "débiles", el pequeño inversor, del cual se aprovechan los inversores poderosos manejándonos a su antojo.
Nosotros mismos somos nuestros peores enemigos, cualquiera con pocos estudios puede sacar dinero en esto, pero lo difícil, lo realmente difícil, es resistir a nuestra propia psicología y ser disciplinados.
Sólo hay un camino y les aseguro que es muy duro: trabajo, disciplina y humildad. El día que usted crea que lo sabe todo,  venda su cartera y deje de comerciar, sino será demasiado tarde. Como decía Sócrates: “Sólo sé que no sé nada”.
Lo más importante de esta frase aplicada a los mercados es que nunca nos creamos que sepamos demasiado, que no perdamos la humildad, que nos demos cuenta de que por muy listos que nos creamos nunca jamás podremos dominar todas las variables de los mercados, el azar también cuenta. Esa es la clave, intentar analizar al máximo pero dejando la puerta abierta siempre al factor imprevisto, que surge con mayor frecuencia de lo que todos nos creemos.
Una cita que siempre hay que tener en la mente. Es lo que decía Anaxágoras, que vivió entre los años 500 y 428 antes de Cristo: "Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, la culpa es mía". Apliquemos esta norma a los mercados y ya saben: humildad, disciplina y trabajo. No creo que exista otro camino.
Cuando usted vea hasta en las noticias de las cadenas de televisión no especializadas que la Bolsa está invencible, vaya preparándose para vender; cuando vea que todo está muy negro, el momento de comprar se acerca.
La verdad es que la teoría del sentimiento contrario tiene un principio lógico bastante sólido. Dicho muy simplificadamente, cuando la masa está tan eufórica creyendo que las subidas son infinitas no queda ya dinero para comprar, todo el que había se ha comprometido en el mercado, las cotizaciones empiezan a flaquear por falta de fondos y se produce una vuelta al revés. Y exactamente ocurre lo mismo cuando la mayoría ha vendido, es momento de comprar. En ese momento es donde hay que analizar el Mercado y elegir las acciones de las empresas que realmente están baratas y que han sido arrastradas al abismo. Yo elegiría un mínimo de 10 y un máximo de 20 empresas, a partir de 20 la disminución del riesgo es mínimo por mucho que aumente el número de empresas en nuestra cartera.
Estos son los principios que debemos  tener en cuenta si queremos ser unos grandes inversores a largo plazo.
Saludos.

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